CEPAL "Más allá del techo de cristal: Por qué las empresas necesitan a las mujeres en puestos directivos"
- Héctor Kuga Carrillo
- 20 feb
- 2 Min. de lectura
El concepto de "techo de cristal" hace referencia a las barreras invisibles que impiden a las mujeres acceder a cargos directivos dentro de las organizaciones, a pesar de contar con la preparación y experiencia necesarias. Este fenómeno es una de las principales causas de la desigualdad de género en el ámbito empresarial y limita el crecimiento tanto de los profesionales como de las propias empresas.

El valor de la diversidad de género en la toma de decisiones
Numerosos estudios han demostrado que las empresas con mayor presencia femenina en puestos de liderazgo logran mejores resultados financieros y organizacionales. La diversidad de género en la alta dirección permite una mayor variedad de perspectivas, lo que favorece la innovación, la creatividad y una toma de decisiones más eficiente.
Un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) destaca que incluir a más mujeres en puestos de liderazgo no solo es una cuestión de equidad, sino que también contribuye a una recuperación económica más sostenible y a un desarrollo empresarial más sólido.
Barreras que aún persisten

A pesar de los avances en equidad de género, las mujeres siguen enfrentando múltiples obstáculos para acceder a posiciones de poder en las empresas.
Entre las principales barreras se encuentran:
Estereotipos de género: La percepción de que los hombres son más aptos para ciertos roles de liderazgo sigue afectando las oportunidades de las mujeres.
Falta de políticas inclusivas: Muchas organizaciones aún no cuentan con estrategias claras para promover la equidad de género en los procesos de selección y ascenso.
Doble carga laboral: La responsabilidad del hogar y la familia recae mayormente sobre las mujeres, lo que limita su disponibilidad para asumir puestos de mayor responsabilidad.
Estrategias para romper el techo de cristal
Para avanzar hacia una mayor equidad en el ámbito empresarial, es fundamental que las empresas implementen políticas que promuevan la inclusión femenina en puestos de liderazgo.
Algunas estrategias clave incluyen:
Programas de mentoría y desarrollo profesional dirigidos a mujeres con potencial de liderazgo.
Flexibilización laboral y medidas de conciliación para equilibrar las responsabilidades laborales y familiares.
Compromiso empresarial con la equidad de género , asegurando que los procesos de contratación y promoción sean transparentes e inclusivos.
Un beneficio para toda la sociedad.
Romper el techo de cristal no solo es un acto de justicia social, sino que también representa una oportunidad para que las empresas sean más competitivas y sostenibles. Un entorno laboral más equitativo fomenta el talento, mejora la productividad y contribuye al crecimiento económico.
En un mundo donde la igualdad de oportunidades debería ser la norma y no la excepción, impulsar la participación femenina en puestos directivos no es solo una necesidad, sino una ventaja estratégica para las empresas y la sociedad en su conjunto.
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